Abstract

Debemos ser cuidadosos al interpretar las palabras de Romain Rolland que Gramsci repite numerosas veces en sus cuadernos carcelarios y que hace suyas como lema personal, ‘pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad’. Hay que evitar caer en la entendible tentación de enfatizar la segunda parte (optimismo de la voluntad), como si hiciese todo el sentido del mundo darle mayor importancia al elemento de la voluntad porque Gramsci dió importancia al marxismo como una filosofía de la praxis. Aclarando de entrada, la interpretación del marxismo propuesta por Gramsci (1975: 435, 1434, entre otros ejemplos) es que éste es una concepción de mundo autónoma, comprensiva, totalizadora, capaz de interpretar el mundo con miras a una progresiva transformación de éste. En su interpretación del marxismo como una filosofía de la praxis el componente teórico no es por un lado reducido ni a un elemento instrumental y justificador de cualquier práctica (Gramsci 1975: 1386), ni por otro lado se reduce a especulación suprahistórica. Es por eso que la concepción de Gramsci del marxismo como una filosofía de la praxis se va hilvanando a través de una crítica paralela tanto al historicismo de Croce como al materialismo vulgar de Bujarín, presentes de forma más sostenida en los cuadernos 10 y 11. Crítica a Croce que se debe tomar muy en cuenta porque si bien Gramsci rechaza un marxismo determinista, no debe mover automáticamente al intérprete a ver en la posición gramsciana una postura voluntarista o subjetivista. Por eso Gramsci (por ej., 1975: 1579) repetidas veces en los Cuadernos, menciona el planteamiento de Marx a los efectos de que una sociedad no se plantea las tareas para las cuales no existen la condiciones objetivas para su solución, condiciones que a su vez deben ser ‘educadas’. En última instancia, el pensamiento de Gramsci es abiertamente, históricamente, dialéctico. Su mayor énfasis a través de la totalidad de los Cuadernos es alrededor de una de las preocupaciones más centrales y más antiguas en el pensamiento político, las relaciones entre dirigentes y dirigidos o gobernantes y gobernados, y cómo éstas se expresan a través de todo el tejido social, inclusive en esas esferas sociales menos sospechadas

Abstract Format

html

Share

COinS